Proyectamos y construimos el edificio entre 1983 y 1987. Una de nuestras primeras obras afrontada con pasión, juventud e inexperiencia. Impregnada de aquel movimiento fugaz y algo efímero, que fue la tendenza. La Administración no ha encontrado un modo de mantener su vida después de su inactividad, y ha decidido derribarlo. Quizás su ubicación, su especificidad funcional, su desgaste y deterioro, hayan contribuido a tomar ésta decisión. Inevitable pensar en la flexibilidad, el trascurso del tiempo y la moda, la permanencia, …., aspectos que hoy toman un valor en nuestro trabajo, que probablemente ignoramos inicialmente. De ahí la ausencia de dolor y de nostalgia por la perdida.